sábado, 10 de abril de 2010

REFLEXIONES DE UN KARATEKA


De vez en cuando tengo la intencion de permitirme aportar mis sensaciones y pensamientos sobre aspectos del karate y temas relacionados a este blog para compartirlas con todo el que quiera leerlas y opinar.
No seran a gusto de todos pero ....... el pensamiento del hombre es libre y libre sois de opinar al respecto lo que querais (siempre en el marco del respeto y sin insultos).
Quiero empezar con una reflexion sobre ,el tan nombrado `karate deportivo´, principalmente el comportamiento de todos los estamentos que forman el karate de competición, jueces, competidores, entrenadores, etc. Y se alude a la falta de comportamiento adecuado que se suele observar en cualquier evento de este tipo. Yo mismo he podido escuchar como un padre le decía a su hijo de 10 u 12 años que si no ganaba no le volveria a traer al campeonato, o como un entrenador insultaba mentando a la madre del arbitro porque su pupilo no había ganado una ronda en una competición de katas o de kumite.Yo como humilde competidor que he sido, me propuse una meta en competicion , ver hasta donde podia llegar,(sin ningun tipo de obsesion),una vez visto no he encontrado mas sentido al seguir compitiendo, sintiendo que no aportaba nada nuevo el quedar un puesto mas por encima o por abajo.

En la memoria de todos está esa desagradable imagen de un competidor de Taekwondo golpeando a un árbitro en los juegos olímpicos de Pekín, o en youtube se puede encontrar un video de un juez que arremete contra un competidor.

Todo esto lo ocasiona algo muy sencillo, el interés personal y el haber convertido un arte de defensa personal en un deporte-espectáculo. El interés del entrenador por ser famoso al haber “sacado” un gran campeón, el interés de los árbitros por tener cierto renombre o por beneficiar a ciertos gimnasios con sus acciones, el interés de los cargos federativos para volver a ser elegidos y seguir mandando, todo eso es diametralmente opuesto a los valores filosóficos que siempre se pretende transmitir con la enseñanza de Karate.

El Karate, no es un deporte. Es un arte marcial, sus técnicas tienen que ser letales y debe proporcionar al practicante elementos que le sirvan en su vida cotidiana: disciplina, cortesía, humildad, espíritu de superación, etc.

Cuando algo se convierte en una competición, los intereses, cambian; los objetivos, cambian; todo lo que nos proporciona el arte marcial en sí mimo desaparece y lo que nos aporta es justamente lo contrario, rivalidad, envidias, prepotencia, despotismo, etc. Cuando tenemos la necesidad de ganar a otra persona bajo unas reglas, el arte marcial desaparece, porque tarde o temprano querremos que esas reglas se interpreten a nuestro favor.

Por desgracia siempre se ven o se escuchan discusiones acaloradas entre jueces porque uno de sus alumnos había sido perjudicados de alguna manera por otro árbitro o disputas absurdas entre entrenadores por rencillas personales que acaban trasladando a sus competidores.

La mayoría de los profesores de Karate, no son maestros, incluso dudo que debieran llamarse profesores por mucho titulo que les hayan otorgado la federacion, yo los llamaria ``entrenadores deportivos´´. Gente que busca el reconocimiento personal y subir su ego utilizando el talento y las cualidades físicas de sus pupilos y transmitiendo valores que poco o nada tienen que ver con el Karate. De hecho, la mayoría de sitios donde se “enseña” Karate no son dojos, son gimnasios donde el Karate es una actividad más, al mimo nivel que el Aerobic, el Body Pump o el Spinning.

El Karate es un arte marcial, y la competición lo está degenerando exponencialmente, tanto en lo técnico como en lo moral.Solamente con ver el bunkai del los katas que muchos niños hacen en competicion me deja asombrado como el bunkai no se parece absolutamente en nada o en poco al kata que realizan.Eliminando todo sentido que este pueda tener y destrozando unos katas con muchisimos años de antiguedad por completo.

Solución, buscar en los orígenes, en los principios y enseñarlos. Personalmente ofrezco otra parecida, erradicar la competición del karate o incluso dividir el karate deportivo del tradicional y potenciar la disciplina que practicamos desde tres vertientes complementarios, la eficacia de las técnicas, la salud y los valores morales.

No debemos igualarnos a otros deportes, como el fútbol por ejemplo, donde es habitual ver agresiones, discusiones, rivalidades entre aficiones opuestas, etc. El karate no es un deporte, no debe regirse por sus mismas reglas, es un arte marcial que debe proporcionar al practicante otros objetivos, no sólo ganar al contrario.

Para concluir, hay una anécdota de un estudiante que le preguntó a Gichin Funakoshi: "Cuál es la diferencia entre un hombre de Tao (Do) y un Hombre Pequeño?" El Sensei replica, " Eso es fácil. Cuando un hombre pequeño recibe su primer dan, casi no puede esperar partir a casa y gritar a todo pulmón para contarle a todos que es primer dan. Cuando recibe su segundo dan, se subirá a los techos y le contará a la gente. Cuando recibe su tercer dan, saltará dentro de su automóvil y dará vueltas al pueblo tocando la bocina y contándole a todos sobre su tercer dan."

El Sensei continúa, "Cuando un hombre de Tao recibe su primer dan, inclinará su cabeza agradecido. Al recibir su segundo dan , inclinará su cabeza y sus hombros. Al recibir su tercer dan, se inclinará hasta su cintura y se irá caminando calladamente a lo largo de alguna pared para que la gente no lo vea y no se den cuenta de él."

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